martes, enero 30, 2007

Una de romanos

Ante todo, disculpad mi ausencia desde hace algunos días del blog. Os aseguro que las labores de producción de un largometraje pueden acaparar más de 24 horas al día (y algún día os explicaré esta paradoja inverosímil pero verídica).

Cuando era niño solía pasar las tardes de los sábados disfrutando del programa doble de algún cine de barrio (sobre todo en el Finisterre). Normalmente proyectaban juntas una de vaqueros y otra de romanos. Hoy he descubierto lo subordinada que está la sociedad actual con el Derecho Romano y lo mucho que ha influido la tradición romanista en nuestra cultura. Por ejemplo, cuando alguien —mientras habla por teléfono— dice eso de “me estoy quedando sin batería”, en realidad quiere decir que se está quedando sin batería el teléfono por el cual está llamando y no él, como es obvio.

La razón es que tendemos a identificar la propiedad con el objeto sobre el que recae. Así, cuando yo afirmo: “voy a producir mi película”, en realidad quiero decir, para ser exactos, que “voy a producir la película que constituye el objeto de mi derecho de propiedad”. Estas cosas son las que se aprenden cuando se comparte una hora de automóvil con tu abogado (bueno, con el abogado que representa tus derechos, quiero decir).

Aclarado esto, yo siempre he preferido el western a los peplums —westerns con espadas en lugar de pistolas, así como el uso del llamado “plural de modestia” (que algunos confunden con el "mayestático", dignidad de papas y reyes) en lugar del egocéntrico y soso ponombre singular de primera persona: “vamos a producir nuestra película” porque, al fin y al cabo, algo tan complejo como una producción cinematográfica, depende de la voluntad de muchas personas, agentes sociales, medios de comunicación, instituciones, entidades financieras y, por supuesto, profesionales.

En esto estoy de suerte: hay mucha gente interesada ya en poder ver pronto en pantalla “Los muertos van deprisa”.

Sed felices.

miércoles, enero 24, 2007

Goya


Hoy haré un inciso en el blog para hablar de otra producción, porque la ocasión lo merece. El próximo domingo día 28 se celebra la 21º edición de los premios Goya de la Academia. Como soy un director formado a lo largo de 10 años en la animación —huido por propia iniciativa para animarme a dirigir personajes de carne y hueso—, quisiera desearles a Miguelanxo Prado, Nani García y los productores y equipo de la película "De profundis" toda la suerte del mundo en esa noche mágica, por lo menos la que yo tuve en dos ocasiones... de ahí para arriba :)

En su blog podéis ver estos días el teaser del documental "Sueños desde el abismo", dirigido por Sandra Sánchez, en el que se cuenta cómo se realizó esa pequeña gran joya de la animación.

Enhorabuena por vuestro trabajo a todos y ¡mucha suerte! Estamos con vosotros.

martes, enero 23, 2007

Ojos y brazos

Y como ayer comencé a hablar del equipo artístico, hoy os presentaré a parte del equipo técnico: mis brazos derecho e izquierdo (sin ellos no soy nada o tal vez debería decir: con ellos no soy manco).

Mi extremidad derecha se llama Tania —a la sazón, ayudante de dirección (que rima y todo)—. Y es que en Tania todo rima o, por decirlo de otra forma, todo concuerda y se compone como una perfecta coreografía a su alrededor. Es ágil, rápida, organizativa, diligente, hiperactiva, trabajadora, lista como un ajo y divertida como una guindilla… ¡Qué más se puede pedir! La conocí hace unos cuantos años dirigiendo la gala de Premios “Mestre Mateo”, antes “Chano Piñeiro” y mucho antes “AGAPI”, y después de seis galas de perfecto dúo dinámico sincopado, hemos alcanzado ese extraño, pero deseable, estado de gracia en el que, para comunicarnos, para saber qué estamos pensando, nos basta tan sólo con mirarnos. Sí, porque Tania es también mi ojito derecho y su equipo —las Tania’s Girls (Lorena Vi, Encarna, Patri e Isa, equipo de dirección)— las niñas de mis ojos. Ella es mi memoria, mi norte, mi voluntad y mis sentidos. Se pasa todo el día persiguiéndome por el set y es la segunda persona que más broncas me echa al cabo del día (discretamente, eso sí): “Ángel, ¿dónde vas?, el combo está aquí”, “Ángel, a los figurantes los muevo yo”, “Ángel, hace media hora que hemos cortado para el bocadillo”, “Ángel, ¡estamos a lo que estamos o a qué carallo estamos!”… Pero me encantan sus broncas ;)

Mi extremidad izquierda, o sea, la siniestra, se llama María. Ella es el alma de la producción —además de directora de la idem—. María es activa, cuidadosa, hacendosa, perseverante, infatigable, voluntariosa, cumplidora, inteligente y muy solícita. Es como una hormiguita trabajadora o, mejor dicho, es la reina del hormiguero y, con diferencia, la primera persona que más broncas me echa al cabo del día (incluso sin discrección, si fuera menester): "Ángel, ¡ponte las pilas!", "Ángel, no me has firmado el recibí", "Ángel, recorta el guión ¡ya!", "Ángel, no te disperses". Pero también es la más sufrida porque sufre en silencio las vicisitudes económicas de cada producción (siempre le toca hacer de mala de la película), pero a la par, como sabemos los que la conocemos desde hace tiempo, es la más generosa, desprendida, espléndida y noble de corazón. La conocí hace muuuuuchos años y ya hemos pasado de todo juntos, como en aquel corto —y va para una décadaen el que ella comenzaba a estrenarse en producción (a las órdenes de Miguel Asensio) y yo era director artístico: “Isolina do Caurel” de Chema Gagino. Un rodaje duro, en un pueblo abandonado de Manzaneda donde acampamos cinco días, sin agua corriente ni ninguna otra comodidad a menos de 7 kilómetros (sin carretera) y donde, por atacar, nos atacaron hasta las pulgas. Un pequeño “Apocalipse Now”, vamos. Y, claro, eso une mucho. Ella, junto a su equipo —los Marías’s Girls and Guys (José Antonio, Miriam, Quique, Elisa, Martín, Estíbaliz, Rafa, Lorena Lo y Travi)— son mi ojito izquierdo, mi sentido práctico, mi capacidad de pericia, mi orden y concierto y mi sentido común.

Gracias, chicas, de todo corazón. Espero volver a contar con vosotras pronto porque ¿qué es un director manco y tuerto?

Sed felicies.

sábado, enero 20, 2007

Paco

Hoy quería hablaros de alguien del equipo artístico: mi amigo Paco. Paco es showman, cantante, presentador, humorista, actor… Paco en realidad es un poeta de la vida. Pues bien, hoy quería hablar de él porque interpreta un pequeño papel en “Los muertos van deprisa”, el de un locutor de una cadena autonómica que, enciendas a la hora que sea el televisor, siempre está emitiendo el mismo programa: el que el personaje que interpreta Paco conduce.

Como es lógico, Paco tuvo que grabar su intervención en vídeo antes de comenzar a rodar, para que pudiéramos insertar sus apariciones en los televisores que luego aparecerían en las distintas secuencias de la película. Es decir: Paco es el único actor que ha terminado su trabajo en el largometraje. El caso es que, como aún no habíamos empezado a rodar, se nos olvidó dedicarle un aplauso. Me gustaría que le dedicarais uno, aunque fuera virtual.
¡Señoras y señores, don Francisco Lodeiro ha terminado su papel en la película!
Gracias, Paco. Y, como él dijo en cierta ocasión, Paco es además el único actor que, como productor, ha contratado al director como guionista… Sí, porque Paco es además productor (y presentador) del programa “Cifras e Letras” en TVG
y también “Cifras y Letras” en otros canales de la FORTA—, para el que yo tengo el privilegio de escribir de vez en cuando guiones. Nos os lo perdáis.


Las fotos son cortesía de Isabel Escrigas (la chica de la cámara). Gracias Isa ;) Sed felices.

jueves, enero 18, 2007

Prensa

Hoy hemos salido en prensa. El periodista y escritor Santiago Jaureguizar publica en la sección de "Cultura y Espectáculos" de “El Progreso” un artículo sobre la marcha de la producción.

Por otro lado, siguiendo la estadística de la encuesta “¿Qué deseas saber sobre la película?”, en la que precisamente lleva ventaja el tema de producción, hoy publico otra página de mi “cuaderno de director” para todos los que estéis interesados en saber cómo la pretendo contar.

Sed felices.

martes, enero 16, 2007

Música y sonido.


Estoy convencido de que la música y el soundtrack, en general, constituyen el 50 % de una película. No en vano, normalmente los llamados "gags" visuales no funcionan ni hacen reír sin sonido y/o acompañamiento musical, ¡toda una paradoja!

Afortunadamente, Arturo y Carlos lo tienen claro. Utilizaremos —y si hace falta “inventaremos”— una particular música folclórica, mitad gallega, mitad irlandesa, que además es un antecedente de la música country americana del siglo XIX (ya nos vamos acercando al western, porque “Los muertos van deprisa” no es otra cosa más que un western atlántico.

En muchos casos la música será diegética, es decir, provendrá de melodías ambientales dentro de la escena. En general, ésta será casi siempre popular, alegre y jovial, tipo paddy irlandés, o sea, música de taberna en donde se improvisan bailes en grupo, ésa que es imposible escuchar sin marcar el ritmo con el pie o las palmas.

Pero también habrá piezas de música incidental y empática, en muchos casos para subrayar y enfatizar la solemnidad de un paisaje, una actitud o un sentimiento.

Utilizaremos sonido directo, por supuesto, pero sin renunciar a introducir efectos de sala que potencien la acción. Preveo que tendremos problemas al lado del mar pero, con Carlos Faruolo al frente del sonido, no me da miedo nada (ni siquiera el maldito tapón que se me ha vuelto a reproducir en el oído derecho y que me detectó el médico el día del reconocimiento para el seguro de la película…)

Os invito a disfrutar de un extracto —incidental y empático— de la banda sonora compuesta por Arturo Kress para la película.

Estoy seguro de que podréis escuchar las olas —que grabará e insertará Carlos en su momento— rompiendo contra los acantilados de Fariño do Mar. Y, si no se os pone la carne de gallina, es que tenéis también un tapón en un oído...

Sed felices.


Cliquear en play (y subid el volumen).

Colores.

Ya estoy de vuelta después de una visita fugaz a Londres. Y, por cierto, la foto de abajo es Portobelo (Notting Hill, London) y la de arriba Rinlo (Ribadeo, Lugo).

La villa luguesa no tiene nada que envidiar al barrio londinense. No en vano, Hemingway la visitó dos veces.

Sed felices.

viernes, enero 12, 2007

Story (1)

Este fin de semana estaré de viaje (y por lo tanto alejado de mi blog), pero volveré el lunes.

Mientras tanto, os dejo un par de posts con un regalito para los aficionados a estas cosas: unas planchas del story-board de la película. Los dibujos son de Alberto Taracido y la composición de Mausi. La acción corresponde a la secuencia de un accidente que, finalmente, he descartado, no sólo por su complejidad (y presupuesto, por lo tanto), sino porque también se salía un poco del tono amable del resto de la historia. Espero que os guste.

Sed felices.

Story (2)

jueves, enero 11, 2007

Sinopsis.

En Galicia, entre otras muchas marcas, tenemos el récord de camiones atascados de España. Ahí están los casos de punta Candieira y el de Cerdeira, entre otros muchos. Quizá sea debido a lo difícil de su orografía, tal vez a una insuficiente señalización, o acaso a que simplemente nos gustan los deportes de riesgos. El caso es que, un buen día, me dije: “Alguien debería escribir una historia sobre eso”. Y me puse manos a la obra —curiosamente, la película también se quedó atascada un par de veces—. Esta es la sinopsis:

Irene es una camionera que llega a Fariño, un pequeño pueblo costero de la Mariña lucense, para cargar marisco, pero se queda atascada con su trailer en un estrecho puente impidiendo el paso hacia el cementerio el día que tienen que enterrar al padre del patrón mayor de la cofradía de mariscadores...

Y, claro, ya está el lío armado. Seguramente Irene, si existiese, no olvidaría nunca esa aventura. Pero mi lío personal fue preguntarme a continuación: ¿qué debía hacer para que nadie olvidase nunca esta película, es decir, para hacer una película inolvidable? Y traté de responderme en mi diario.

Sed felices.

miércoles, enero 10, 2007

Fucsia.

Hoy le escribo a Elisa y Joselo: muchas gracias por vuestro mensaje de ánimo y por vuestro esfuerzo por sacar adelante nuestra película. Y a Elisa —y también a Pepe, doblemente, porque decidió dar mi nombre, hace casi cuatro años, para proponerme como jurado en un concurso de bandas de música que iba a tener lugar en Ribadeo, un honor que estuve a punto de rechazar. De hecho os dije: “Llamad a Arturo Kress, él sí que sabe... es mi músico”. Luego me explicasteis que las bandas en cuestión sólo interpretarían bandas sonoras… En fin, que decidí ir, pasándome previamente por el otorrino para quitarme esos molestísimos tapones de los oídos que me llevaban incordiando desde varias semanas atrás.

He de decir que me lo pasé en grande escuchando a John Willians, entre o
tros, magníficamente ejecutado por la Banda Municipal de Ribadeo, entre otras. Y fue ese fin de semana cuando Balbibo me preguntó si no tenía algún proyecto en ciernes. Le dije que sí, que andaba buscando unos acantilados. Y él, siempre expedito, se apresuró a venderme: “Pues por aquí tenemos unos acantilados de ¡manda truco!

Y, de
paso que me llevaba a ver los acantilados (hay que decir que inicialmente acepté la visita casi por compromiso, por no hacerle un feo), me hizo un exhaustivo recorrido turístico por toda la costa: el muelle del cargadero, el faro de isla Pancha, Rinlo, A Devesa, las cetáreas abandonadas, la playa de Os Castros… Y, claro, me enamoré de Ribadeo —como no podía ser de otra forma— y así se lo hice saber a Balbino (el mejor cicerone que podía tener el Concello). Y él me profetizó: “¡Pues espera a que llegue la primavera y crezca el “diente de león” (Carpobrotus Edulis) en la isla del faro y se cubra toda de color fucsia…!

En aquel momento, yo no sabía de qué estaba hablando, pero llegó la primavera. Y decidí que aquellas serían las localizaciones de “Los muertos van deprisa” y que nuestra película sería una comedia de color fucsia.

Más tarde, con el tiempo, con el ir y venir, y con el devenir, me enamoré de la gente de Ribadeo y, especialmente, de los vecinos de Rinlo (y, por qué no, también del arroz con bogavante de La Cofradía).

Sí, no os quepa la menor duda: “Nos veremos cuando las flores de la isla Pancha la tiñan de nuevo de color fucsia”.

Sed felices.




martes, enero 09, 2007

Técnicos Galegos.


O próximo sábado día 13 de xaneiro ás 11:00 da mañá, constitúese oficialmente a Asociación Galega de Técnicos do Audiovisual que, como moitos sabedes, partiu dunha iniciativa dos técnicos da película “Os mortos van á présa”, despois da suspensión da rodaxe.

Meus parabéns para todos os compañeiros. Todos os profesionais do sector audiovisual galego debemos felicitarnos por esta nova conquista longamente esperada.

Moita sorte na vosa singradura!

(Foto da primeira noite da rodaxe de "Os mortos...", cortesía de El Farero)

lunes, enero 08, 2007

Saber esperar.

Cuando empecé a mover el proyecto de “Los muertos van deprisa”, mi amigo Santi me dijo que me preparase porque esto del cine era una carrera de fondo. La última vez que estuve con él, hace unos meses, le hice saber que se había equivocado: “Santi, tío, ¡ésta es la puñetera maratón! —puntualicé, con spint final y todo”.

Durante mucho tiempo vez tuve la sensación de sufrir el “síndrome de Sísifo”. Sin embargo, soy de los que creen que no triunfa el que posee más talento, al menos en este oficio, sino el que tiene más tenacidad —un extraño cóctel de paciencia, firmeza, entereza, tesón y voluntad— o, como decían los latinos: Vincit qui Patitur (vence quien persevera). En mi pueblo lo llaman terquedad u obstinación (menos el maestro, que era muy fino, y lo llamaba “porfía”).
¿Qué decís? Me gustaría saber vuestra opinión. ¿Creéis que Sísifo logrará alcanzar la cima alguna vez sin que se le caiga de nuevo la roca o pensáis que no podrá escapar de su Destino?
"El Destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos" (Shakespeare dixit). Y no gana el que lleva la mejor mano, sino el que mejor juega sus naipes. Estoy convencido de que nadie debe dejar de intentar hacer aquello en lo que cree, porque la vida es corta y el tiempo imposible de recuperar. Y, aunque no lo consiga, jamás podrán reprocharle —y, sobre todo, jamás podrá reprocharse a sí mismo— no haberlo intentado con todas sus fuerzas.

Saber esperar tu oportunidad, ése es el secreto. No desistir, no dar nada por perdido y no dejar pasar ningún tren… porque puede que sea el último.

Beto
, un compañero y amigo al que conocí hace unos años en un curso de dirección de actores al que asistí, impartido por Jaime Chávarri en Ronda, me envió hace algún tiempo el siguiente poema de Antonio Machado:
Saber esperar, aguarda que la marea fluya
—así, en la costa un barco— sin que el partir te inquiete;
porque todo el que aguarda sabe que la victoria es suya,
que la vida es larga y el arte un juguete.

Y si la vida es corta y no llega la mar a tu galera,
aguarda sin partir y siempre espera,
que el arte es largo y, además, no importa.
Gracias, Santi. Gracias, Beto. Y gracias a todos los que contestéis, por vuestras opiniones y consejos.

Sed felices.

domingo, enero 07, 2007

¿Por qué ver "Los muertos..."?

Este fin de semana, aprovechando el parón de la Noche de Reyes, tenía pensado escribir un resumen del recorrido de “Los muertos van deprisa” desde que era un simple guión de cortometraje —que un día leyó mi amigo Pedro Alonso (durante la celebración del 1º Festival de Cine de Ourense) y le pasó al, ya también amigo, Santiago García de Leániz, director y productor de PRODUCCIONES LA IGUANA— hasta el día de autos.

Pero en vez de eso, prefiero recomendaros que visitéis el blog “Nem tele, nem gaitas” donde hay un compendio que ni yo mismo, salvo ligeros matices, podría mejorar (incluso hay cosas que ya ni recordaba). Parabéns para “Nemtele” :)

Hoy prefiero responder a Juan Alberto alguna de las cuestiones que apuntaba en su comentario del pasado día 4 y publicar un par de páginas de mi “cuaderno de rodaje” en las que explicaba el estilo de película que persigo y anotaba a vuelapluma una larga lista de títulos de referencia —entre los que por cierto, están “Local Hero” y “La hija de Ryan”
. Si pincháis sobre la foto escaneada podréis verla (y leerla) ampliada.

Por lo demás, con la prudencia que debe caracterizarme cuando me enfundo la chaqueta de productor, iré contando poco a poco, en días sucesivos, las incidencias y advenimientos de esta fase final de producción. En cuanto a las posibles fechas de re-inicio de rodaje, barajamos (si todo sale bien) las del inicio de la próxima primavera. Y, sobre las dificultades para distribuir la película, puedo confirmar que tenemos un preacuerdo de distribución con Buena Vista Internacional Spain.

O sea, de momento, sólo puedo decir que los Reyes Magos de Oriente se han portado bastante bien conmigo ;)

Mañana más. Sed felices.

jueves, enero 04, 2007

Ironía.

Un par de meses antes de iniciar el rodaje —en concreto, el 31 de julio del año pasado— comencé otro diario, pero aquél escrito (y dibujando) a mano en una de esas pequeñas libretitas Moleskine (uno, que con los años se está volviendo un poco pijo). Por cierto, gracias Chibi por el regalo navideño ;)

Pero realmente esta historia empezó bastante tiempo atrás… con unos versos de Rosalía de Castro que dan título a la película y que ahora os transcribo:

«Los muertos van de prisa»,
el poeta lo ha dicho;
van tan de prisa, que sus sombras pálidas
se pierden del olvido en los abismos
con mayor rapidez que la centella
se pierde en los espacios infinitos.

«Los muertos van de prisa»; mas yo creo
que aun mucho más de prisa van los vivos.
¡Los vivos!, que con ansia abrasadora,
cuando apenas vivieron
un instante de gloria, un solo día
de júbilo, y mucho antes de haber muerto,
unos a otros sin piedad se entierran
para heredarse presto.

Algunos pretenden que nuestra Rosalía era una chorona, pero a mí me gusta más pensar que era una cachonda. Todos los grandes poetas y escritores son unos ironistas (no puedo concebir ninguna obra literaria o cinematográfica que no lo sea, aunque sea un drama). Y los gallegos, además, somos mordaces, cáusticos, sarcásticos, incisivos. Rosalía es nuestra Emily Dickinson:

No era la muerte, pues yo estaba de pie,
y todos los muertos están acostados —
No era la noche, pues todas las campanas
agitaban sus badajos, a mediodía.

O aquel otro verso que decía:

La esperanza es esa cosa con plumas…

O, mejor, como dijo Woody Allen en su libro “Sin plumas”: “¡Qué equivocada estaba Emlily Dickinson! La esperanza no es “esa cosa con plumas”. La cosa con plumas ha resultado ser mi sobrino. Tengo que llevarlo a un especialista en Zurich.”

Una panda de cachondos, vamos. Y ese es nuestro espíritu y nuestra esperanza (incluso con plumas).

Sed felices.

miércoles, enero 03, 2007

Feliz Año Nuevo!


Aunque ya están acabando las fiestas, no me resisto a publicar la postal navideña del equipo de la película (que incluso fue noticia en La Voz de Galicia el pasado 22 de diciembre).

La foto es cortesía de Pilar Aláez, el diseño de AlbertoTaracido y la frase de José Manuel Molinos, una de las frases más bonitas que me han regalado en mi vida (escrita en una servilleta de papel que, por supuesto, conservo):

"Si me preguntan con lo que me quedaría de ti, me quedaría con tu tristeza para fueses el resto del tiempo feliz".

Ése es mi deseo para todos este año, porque "no hay ningún camino que conduzca a la felicidad: la felicidad es el camino" (de un tal Buda, unos 500 años a.C.)

Espero que la haya recibido todo el equipo (el que no la tenga, se la puede bajar pinchando sobre la foto). De ellos es la película, no mía.

Sed felices.

Bienvenidos a Fariño.

Hola. Me llamo Ángel de la Cruz. Soy guionista y director de cine. Y no, no soy alcohólico (a pesar de aspecto de bebedor de whisky de la foto de mi perfil, cortesía de Suso Bello). Suso es director de fotografía, en concreto el director de fotografía de mi película —proyecto de película aún— “Los muertos van deprisa”. Algunos ya conocéis esta producción porque su suspensión al quinto día de rodaje, el pasado 27 de septiembre en las localizaciones de Ribadeo, causó mucho revuelo en el sector audiovisual gallego y provocó muchos reportajes en los medios de comunicación. Creo que ha sido la película ¡inconclusa! más publicitada de la historia del cine gallego e incluso español. Bueno, para los que no conozcáis este proyecto de largometraje es precisamente para los que está pensado este blog. En las próximas semanas y meses, iré contándoos cómo evoluciona esta aventura que empezó hace muchos años y que estoy dispuesto a terminar en el 2007, cueste lo que cueste. Se lo debo a mucha gente: a un equipo técnico y artístico entregado, al pueblo de Rinlo y al ayuntamiento de Ribadeo, a un numeroso grupo de socios, que ya iréis conociendo, y a un montón de compañeros y amigos.

El caso es que decidí inaugurar este blog con el Año Nuevo. El día 1, claro, estaba un poco perezoso. El día 2 era martes y, ya se sabe, “no te cases ni te embarques” —aunque no soy supersticioso, porque serlo trae mala suerte—. El día 3… el día 3, hoy, es miércoles y, según dicen los ingleses, es el mejor día de la semana, el que provee de mejor fortuna. Y como, por un lado, “Los muertos…” tiene un cierto toque de humor anglosajón (vamos, retranca gallega pero dicho más fino…), y, por otro, lo único que necesita ahora para salir adelante es un poco de buena suerte… aquí me tenéis, entre otras cosas, a vuestra entera disposición para lo que deseéis saber sobre mí y la película.

La foto es del faro de Isla Pancha, en Ribadeo —también cortesía del excelente dire de foto Suso Bello—, aunque para hablar con propiedad debería decir que es la foto del faro de Fariño do Mar, lugar de la acción. Pero de “acción” hablaremos otro día. Sed felices.