martes, septiembre 25, 2007

Aniversario y rueda de prensa

Aunque el primer día de rodaje de LMVD fue el jueves 21 de septiembre en A Coruña, hoy hace una año que nuestro equipo desembarcó en Ribadeo, concretamente en el lugar de A Devesa, y dentro de dos días, el 27, se cumplirá el primer aniversario de la nefasta cancelación del mismo. ¡Un año ya!

Como siempre hay que tratar de volver positivo lo negativo, aprovecho esa fecha de infausto recuerdo para dar una buena noticia invitándoos a todos los que andéis ese día por Santiago, especialmente si trabajáis en los medios de comunicación, a la rueda de prensa que, a partir de las 12:00 de la mañana celebraremos en el Club Internacional de Prensa y a la que asistirá Fernando Suárez, Excmo. Alcalde de Ribadeo, Eduardo Galán, Director de Programación de TVG, Manuel Cristóbal, Produtor Ejecutivo y yo mismo.

Durante el acto, además de anunciar la fecha de inicio del rodaje, presentaremos el nuevo póster-teaser, creado por los diseñadores Tania Vasallo y Ben MittlemanSkyBat Studio—, cuya imagen podéis ver arriba, así como la próxima puesta en marcha de nuestra página web en la que está trabajando la empresa OttiPlanet, con la ayuda financiera del Consorcio Audiovisual de Galicia.

Además repartiremos camisetas de la película entre los asistentes. Pero no os preocupéis, los que no podáis venir, os guardaremos una camiseta ;-)

Muchas gracias y sed felices.

domingo, septiembre 23, 2007

Otoño: Año nuevo

El sábado comenzó el otoño. Y para mí comenzó otro año.

El sábado fue también la fiesta judía del Yonqui Pur, el inicio del año, y yo lo celebré como el Sabath… descansando y sin hacer otra cosa que encomendarme a mi destino en recogimiento, porque además estas dos últimas semanas han estado cargadas de trabajo y buenos acontecimientos que os iré contando.

El caso es que, después de tantos años de colegio, el verdadero comienzo del año (laboral) es septiembre, no enero. Por lo menos yo suelo aprovechar el verano para reflexionar y preparar el año (curso) que comienza.

Efectivamente. Ahora empieza el nuevo año, el año en que por fin se rodará —y se estrenará— “Los muertos van deprisa”. Esta semana daremos el pistoletazo de salida y todos los seguidores de este blog tendréis amplias novedades de la puesta en marcha del proyecto.

De momento, el próximo jueves día 27 de septiembre, aniversario de la suspensión del rodaje, celebraré una rueda de prensa a las 12:00 de la mañana en el Club Internacional de Prensa de Galicia para presentar la nueva producción.

Auguro que por fin Los muertos tomarán carrerilla y de aquí en adelante van a ir deprisa de verdad.

Buen otoño y feliz año nuevo. Sed felices. Shalom.

lunes, septiembre 10, 2007

Una cuestión singular

Hoy no voy a ser breve, porque el tema necesita monumentalidad.

A veces lo singular requiere pluralidad. En Galicia, a falta de otras polémicas, que las hay, estamos inmersos en la disputa de ¿Ciudad de la Cultura, si o no? Y, si sí, ¿para qué?

Para los que no conozcáis de qué va la cosa —porque tampoco es que haya trascendido mucho al otro lado del "telón de grelos"os diré que el monte Gaiás es una pequeña colina al este de Santiago de Compostela en donde se está construyendo un complejo arquitectónico diseñado por Peter Eisenman que ocupará más de 700.000 m2 repartidos en una biblioteca, museo de la historia, edificio audiovisual y de nuevas tecnologías, teatro de la música y edificios administrativos. El presupuesto se ha triplicado y de los 108 millones de euros iniciales (18.000 millones de las antiguas pesetas), que ya era una pasada, ha rebasado los 300 millones de euros, que es la remonda lironda —y la tendencia parece ser que sigue al alza—, algo exorbitante para un pequeño país como Galicia que, no hace mucho, era región preferente de recepción de fondos de la Unión Europea. O sea, pobre, hablando en plata.

El faraónico proyecto fue idea de Fraga y/o de su administración. Pero, a pesar de las críticas de la oposición, el actual gobierno (aquella oposición que entonces era crítica) ha asumido la ingente tarea de proseguir con el mausoleo, parece ser que con la disconformidad de una gran mayoría de los ciudadanos, lo cual tiene una explicación pues en el estado que estaban las obras casi costaba más derruirlo todo que huir hacia adelante. El problema es que nadie sabe cuál va a ser su auténtico uso. Es un terrible problema endémico de este país: primero se piensa en el continente (ladrillo, siempre ladrillo) y después se busca el contenido, cuando lo lógico sería hacerlo al revés.

La creación de una Fundación privada para su gestión y el nombramiento de un Comité de Sabios —siempre me ha parecido de una vanidad monumental, tanto como la obra del Gaiás, tal denominación, ¿les pagan por interpretar el papel de "sabios"?— tampoco han hecho avanzar mucho la cuestión. Parece ser que la propuesta predominante en las encuestas, además de derribarlo, es trasladar allí todas las oficinas desperdigadas de la Xunta, lo cual no llevaría a otro problema: ¿de qué llenaremos después los locales desalojados por el Gobierno?

En fin, como aquí todo el mundo opina, también yo quisiera dar mi opinión, advirtiendo que no es la de ningún sabio, sino la de un simple ciudadano que trata de aplicar el sentido común intentando encontrar respuestas por el método socrático de formular unas cuantas preguntas.

¿Por qué no pluralizar? Me explico: ¿por qué no Ciudad de las Culturas, en vez de la Cultura? ¿No sería fantástico imaginar un punto de encuentro internacional para la preservación de las culturas y civilizaciones más desfavorecidas? ¿O una gran biblioteca, con capacidad para más de un millón de volúmenes y las más modernas técnicas de digitalización, dedicada al estudio y protección no sólo del gallego, sino de las 36.000 lenguas que se hablan en la India, por ejemplo, y de los millones de lenguas y dialectos minoritarios esparcidos por todas las naciones del orbe? ¿Y un museo de la historia ideado como una gran exposición universal pero permanente y mudable que, de forma didáctica, muestre la historia, cultura y tradiciones de todos los pueblos de la tierra? ¿Un centro audiovisual y de nuevas tecnologías que sirva de punto de encuentro para todas las artes, donde se puedan reunir los creadores de todas las razas, etnias y civilizaciones del mundo? ¿Un teatro de la música donde se expongan y aglutinen todos los folclores e interpretes del planeta? ¿Un punto de encuentro neutral para todas las religiones (monoteístas o no), ideologías y sensibilidades de la humanidad? Rizando el rizo, incluso podría ser la sede permanente de la Alianza de Civilizaciones que, tan deseablemente, propuso el presidente Zapatero y auspició en su día la ONU? Y, ya que estamos, ¿por qué no involucrar a la ONU, o a la UNESCO, o a la UNICEF? ¿No se encontraría así la rentabilidad que se busca? ¿No hará todo ello que tenga todavía más sentido la llegada del tan deseado AVE —más polémicas—, por ejemplo? ¿No va siendo hora de que dejemos de mirarnos el ombligo o tal vez de que le pongamos un bonito piercing para que los demás nos lo miren y se acerquen a nosotros?
Nuestro himno —por cierto, también envuelto en la polémica últimamente— dice que “os bos e xenerosos a nosa voz entenden”. No se refiere a que los gallegos seamos generosos y buenos por naturaleza, se refiere a que los buenos y generosos de otros lugares nos entenderán.

¿No sería este uso del complejo del Gaiás como Ciudad de las Culturas un acto bueno y generoso en sí mismo que como tal será entendido en el mundo entero y que, sin duda, servirá para situar a Galicia en el mapamundi de los actos ilustres e inconmensurables y, a la larga, mucho más rentable económicamente?
Galicia, con la tradición del Camino de Santiago, lleva más de mil años acogiendo a peregrinos de todas las culturas y civilizaciones. Eso fue debido a que, entre otras cosas, hace unos ocho siglos, hubo hombres sobresalientes, con una colosal visión de futuro —como el arzobispo Gelmírez, por ejemplo— que no se apoltronaron en sus cargos ni se arredraron ante los obstáculos y supieron convertir a la Galicia de su época en el punto de referencia de toda la cristiandad y del mundo conocido.

Ojalá nuestros gobernantes (y también la oposición) sepan estar a la altura de las circunstancias, abran los ojos y, con amplitud de miras, logren imitar a aquellos gallegos excelsos que levantaron un imperio espiritual.

Hace algo más de un año tuve el privilegio de ser recibido por nuestro presidente Emilio Pérez Touriño y por la Conselleira de Cultura Ánxela Bugallo en la residencia del primero en Monte Pío, y de dedicarle un ejemplar de mi novela “Compostellanum” (un thirler histórico sobre Gelmírez y la construcción de la catedral, precisamente). Creo que en la dedicatoria puse algo así como: deseando que se inicie una nueva Edad de Oro de Galicia.

Como soy optimista y siempre trato de analizar los problemas en positivo, apuesto a que lo conseguirán, por su propio bien, por el de Galicia y, posiblemente (si por fin pluralizan un acto singular), por el de toda la humanidad. Quizá algún día, como el inglés de la película de Christopher Monger, subamos a la colina del Gaiás para acabar bajando una gran montaña.

¿Qué opináis? Sed felicies.

martes, septiembre 04, 2007

Cine y cinegética

Dice la R.A.I. que cinegética es el arte de la caza. Y debe ser un arte bien antiguo porque ya las primeras pinturas de nuestros ancestros representaban escenas de cacería en una maravillosa anticipación, por cierto, a las futuras imágenes en movimiento.

La pintura ha evolucionado mucho desde entonces y, aunque incluso Goya le dedicó a la caza una parte de su tiempo y talento, hubo una época en la que proliferaron en los salones de las casas españolas de postín, impresionantes —que no impresionistas— cuadros de paisajes con cacerías a pie o a caballo de zorros, ciervos u otros animalillos del bosque. ¿Quién no ha visto alguno? Ni que decir tiene que a mí nunca me han gustado esos cuadros —ni siquiera los que, sobre esa temática, pintaba Goya— pero no por ello se me ocurre decir que la pintura española es una mierda (con perdón), porque la pintura española, además de cacerías, también abarca la obra de Goya (el resto de la obra de Goya, quiero decir), Velázquez, Picasso, Dalí o tantos otros.

En el cine español también hay mierda (con perdón), como la hay en el cine americano, hindú, chino, francés, ruso o de cualquier otro país del mundo. Pero no creo que por ello deba condenarse a todo el cine español o, como dice David Trueba en un artículo de opinión publicado hoy mismo en El Paíshay que juzgar las películas, no el cine”. Claro. Incluso, creo yo, habría que revindicar el cine malo —español o de donde sea— porque sin películas malas, por pura lógica comparativa, no existirían las buenas. Leed el artículo (aquí) porque no tiene desperdicio.

¡Ah!, y para los detractores de las subvenciones del cine una reflexión: entre los dos partidos políticos (con perdón) mayoritarios de este país han percibido el año pasado en subvenciones una cantidad superior a todo el fondo para la cinematografía española del ICAA-Ministerio de Cultura (que el año pasado fue de 50 millones de euros). En concreto cobraron a fondo perdido 28 y 26 millones de euros. ¿Alguien puede explicarme por qué? Sed felices.

lunes, septiembre 03, 2007

Vuelta al cole

Hoy es el primer lunes del mes de septiembre. Comienza el curso. Mi reloj-despertador-CD-radio (gracias Laura) cumplió con su obligación haciendo sonar a las 6:30 “As time goes by” —uno, que es un mitómano—. Un poco de ejercicio, sólo un poco, ducha y desayuno con la Nena, mi traviesa gata-fiera corrupia (tendré que buscarle un/a hermanito/a para ver si así se tranquiliza). A las 7:30, me tomo el segundo café del día y leo dos periódicos, La Voz de Galicia y El País (a veces tengo la sensación de que son de días distintos). A las 8:30 estoy preparado para empezar la jornada.

Y como hoy es el primer día de curso preparo mi cartera: agenda, teléfono móvil, cargador de teléfono, bolígrafo rojo y azul, rotulador fluorescente, libretita Moleskine —pijo que es uno— y comienzo a hacer una lista de tareas: quince llamadas (agosto es lo que tiene), ordenar las cuentas, ordenar papeles, imprimir dossieres, encargar cartel-teaser, planificar campaña prensa, repasar guión, reunión con mi abogado para revisar contratos, etc, etc.

La mejor manera de no desesperarse es ordenándolas de mayor a menor y comenzando por la primera, lentamente, con un pequeño pasito —los grandes maratones también empiezan con un pequeño pasito—. Ya no va a haber más vacaciones hasta terminar la película. Comienza la carrera que espero que termine dentro de un año con su estreno.

En cualquier caso, este mes habrá muchas novedades. Las iré contando poco a poco, a medida que vaya cerrando objetivos. Mucha suerte a todos los que hoy, como yo, empecéis el curso. Sed felices.