Como el sábado hay pocas ganas de trabajar, hoy un modelo de estructura sencillito. Según Lajos Egri —en su texto “The Art of Dramatic Writing”— la premisa es lo que el autor quiere decir con su obra y debe ser formulada como una proposición, es decir, debe estar formulada de tal forma que contenga en sí misma al personaje principal, al conflicto principal y al desenlace de la obra. Por ejemplo: “El gran amor desafía a la muerte”. En este caso, el sujeto (El gran amor, ¿Romeo y Julieta?) presupone la existencia de dos o más protagonistas que se aman inmersos en un conflicto (desafía la muerte).
Según Egri, una premisa claramente construida une el tema escogido por el escritor con los elementos básicos para la construcción del drama.
La premisa es, por lo tanto, una sinopsis en miniatura o, metafóricamente hablando, una hipótesis cuya veracidad se encargara de probar la obra, de la misma forma que un teorema garantiza la veracidad de su suposición a través de la prueba.
Según Egri, una premisa claramente construida une el tema escogido por el escritor con los elementos básicos para la construcción del drama.
La premisa es, por lo tanto, una sinopsis en miniatura o, metafóricamente hablando, una hipótesis cuya veracidad se encargara de probar la obra, de la misma forma que un teorema garantiza la veracidad de su suposición a través de la prueba.
6 comentarios:
Tengo un montón de papeles encima de esta mesa , al lado del ordenador, facturas , resguardos y cosas del banco .Todo por ordenar,apiladito desde que regresé del verano.
Y ya he encontrado la excusa perfecta para seguir no haciendolo.
Acabo de descubrir tu blog, tu diario de rodaje y estas clases de guión.
Y después de leer lo del perro-lobo y el oso-hormiguero he empezado a entender porque soy tan mala contando chistes.
Aprovecharé tus enseñanzas.
Ah! y yo si que me di cuenta de que Rosebud era pronunciado en la más absoluta soledad.
Pero Welles era genial y un poco puñetero y sabia que así seríamos los espectadores los que nos sentiríamos inconscientemente en el deber de recoger y recordar esa última palabra .
Hola, MK. Me alegro de que te guste el blog. Pero ¡ojo! no descuides las facturas y los papeles del banco. Yo también estoy rodeado de cosas así (ten en cuenta que también soy el productor de mi propia película).
Seguro que no eres tan mala contando chistes ;) No puede serlo alguien que tiene un blog titulado "Cuentos prescindibles". Ya me pasaré por ahí de vez en cuando.
Y, efectivamente, Welles era un puñetero. En realidad, cuando Kane pronuncia la palabra Rosebud, no está sólo: ESTÁ EL ESPECTADOR! Eso es... y será también solamente el ESPECTADOR el que descubra qué es Rosebud, el trineo que al final arde pasto de las llamas sin posibilidad de que nadie más descubra nunca el secreto que se llevó a la tumba. Es una forma de hacer que el público participe en la historia (con un papel casi protagonista). Un abrazo :)
Te encantara ANGEL. MK es una de mis queridas y preferidas amigas blogueras. Y teorícamente, se iba a apuntar de cabeza a lo de ser figurante en tu peli.
Estos últimos posts son más de aprender y tomar nota que de comentar.
Ayer, ATIKUS y yo hablábamos también de lo del oso hormiguero, Memento y los flash backs, etc. Por lo menos, si no aprendemos, habrás sembrado la polémica.
A ver si logras apuntarte a lo del fin de semana que viene en Valladolid.
Un abrazo.
y besos para MK.
Pues bienvenida MK. Y que se apunte a la peli, ánimo :)
Mañana remataré este repaso a mis "maestros" y continúo con el diario normal.
Me alegra que haya polémica, aunque yo lo tengo tan claro que no encuentro motivos para polemizar. En realidad estamos mezclando dos cosas: una, la estructura. Otra, los recursos. La estructura es siempre la misma: presentación, nudo y desenlace (tres actos). Los recursos y el estilo, no. Yo puedo escribir un guión, una novela o un cuento y siempre tendrá una presentación, un desarrollo y un desenlace. Eso sí, puedo escribir sin puntos ni comas, o con muchas frases subordinadas, o con oraciones concisas, o dando saltos en el tiempo (flash-backs y flash-forwards). Pero los tres actos y los puntos de giro siempre estarán ahí, aunque empiece por el final y todo lo demás sea un enorme flash-back: ese final, será mi presentación, el flash-back el desarrollo y el final, la resolución, claro.
No ando muy bien de tiempo, pero si puedo ir a Valladolid, iré. Os aviso, muchas gracias. Un abrazo :)
Hola Ángel.
Entre MK y tú habéis establecido una premisa (¿ves?, ya se me pega el lenguaje...), a mi juicio muy importante: la participación del espectador o lector.
No siempre se dará, pero genios como Welles (en cine), o Cortázar (en literatura), recurren a este fenómeno y ponen en nuestras manos, en nuestros ojos, en nosotros..., aspectos que se escapan a personajes de la obra.
Somos depositarios de "parte" del argumento y podemos administrarlo.
Es una perspectiva halagüeña halagadora (¿es lo mismo?) para nosotros; nos hace SUS cómplices...
Abrazo cómplice.
Totalmente de acuerdo, Secretario. De hecho, a mí el cine que más me gusta es ése que, además de contarme una historia, me da pistas y claves para intuir, adivinar, imaginar otras cosas que no cuenta (o no cuenta explícitamente). Es decir, aquellas películas en las que puedo participar. Yo creo que el espectador no le gusta que le den todo masticado, sino que agradece que le hagan "trabajar" un poco. Un referente actual de este tipo de cine es Jim Jarmush, por ejemplo. Pero la lista es grande (afortunadamente): Lubitsch, Wilder, Ford, Welles... y, en fin, todos aquellos que hacen un cine que no te deja indiferente y del que sigues hablando mucho tiempo después de ver la película (o leer el libro, que en literatura -como muy bien dices- también se puede hacer partícipe al lector). Un abrazo.
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