sábado, marzo 24, 2007

Colecciones

Los que no tenemos nada, tendemos a coleccionar ilusiones —como el hombre de negocios del cuarto planeta de El Principito que contaba estrellas, anotaba su número y las ingresaba en el banco— o recuerdos que, como dijo el escritor alemán Jean Paul Richter, son "el único paraíso del cual no podemos ser expulsados”.

Yo colecciono planos. El primer plano que recuerdo es un GPG en la playa de Lazareto en Oza (A Coruña), de la mano de mi abuela mientras una avioneta nos sobrevolaba arrojando caramelos (sé que es una escena muy onírica pero fue real: yo tenía 2 años y la recuerdo a menudo porque no conseguí pillar ni un solo caramelo).

En el cine, mi primer plano fue el PG de una partida de billar recreado en el Centro Gallego de La Habana en la película Tirano Banderas. Dirigía José Luís García Sánchez y yo era ayudante de decoración de Félix Murcia. En la cámara estaba Fernando Arribas y en el sonido directo (que los planos que yo colecciono también tienen sonido) Ricardo Iztueta.

Como director, mi primer plano fue un travelling hacia atrás y hacia arriba, de PD frontal de un horno microondas a PG ligeramente picado de una cocina (la inexperiencia te hace ser rebuscado). Fue en el plató de la Escola de Imaxe e Son de A Coruña, el primer día de rodaje del cortometraje Sitcom Show. La actriz Carmen Castro simulaba calentar una pizza, la operadora y directora de foto era Virginia Curiá, los decorados de Ángel Fernández y el sonido directo lo grababa Claudio Canedo.

Mi primer plano en un largometraje —El bosque animado— fue también un PG, esta vez de un pino (de un pino animado, eso sí) que tartamudeaba y se le caían las piñas al farfullar. El director de animación era Julio Díez, la fotografía digamos que se la podrían repartir entre Alejandro Bálsamo y Juan Nouche y la dirección de arte Alberto Taracido y Javier Reigada. El sonido de las piñas cayendo se lo puso luego Carlos Faruolo. Lugar: edificio Cortés, en la coruñesa plaza de Galicia.

La primera vez que di motor en un largometraje con actores —Los muertos van deprisa, claro— fue un simple PM (la experiencia te hace ser más sencillo) rodado en el puerto de A Coruña, con Neus Asensi ejerciendo de camionera, Paco Sánchez de operador, Suso Bello de director de fotografía, Marta Villar en la dirección artística y de nuevo Carlos en el sonido.

Recuerdo que le dije a Neus que me acordaría toda la vida de ella, como quien recuerda un primer amor, porque me había proporcionado uno de los planos preferidos de mi colección.

Curiosamente, todos estos planos tenían música de Arturo Kress, excepto el de la playa de Lazareto, como es obvio, y el de Tirano Banderas. Sin embargo fue allí, en La Habana, donde conocí a Arturo que oficiaba de ayudante de sonido.

Espero seguir añadiendo planos a mi colección muy pronto. Sed felices.

jueves, marzo 22, 2007

Muerto


Según el diccionario de la R.A.E. muerto, en alguna de sus acepciones, significa “Tarea fastidiosa, asunto pesado o carga indeseable” y también “responsabilidad”, de ahí la frase “me cargaron el muerto”, por ejemplo.

Pero muertos hay muchos: muertos de hambre, muertos de amor, muertos de cansancio, muertos de risa, etc. Quizá ya va siendo hora de que ahuyentemos nuestros muertos y nos quitemos alguno que otro de encima (o lo enterremos). Por lo de pronto a mí me ha resucitado uno —¿alguien lo ha visto?—, se gratificará a quien lo encuentre (vivo o muerto).

Sed felices.

sábado, marzo 17, 2007

Ernesto y Rosa

Hoy me voy a ver “As últimas lúas” de Furio Bordon, dirigida por Xulio Lago e interpretada por Rosa Álvarez y Ernesto Chao, dos grandísimos actores, protagonistas también en “Los muertos van deprisa” y además buenos amigos. ¡Mucha mierda!

La semana que viene hablaremos de más cosas. Sed felices

martes, marzo 13, 2007

Sobre ruedas.

Muy brevemente —últimamente no me llega el tiempo para nada— deciros que por fin tengo una página web personal. El “por fin” no es porque tuviese unas ganas locas de tenerla, sino porque ha sido toda una odisea —capaz de acabar con los nervios del más avezado de los Ulises— conseguir dar de alta dominios, traslados, redireccionamientos y no sé cuántas cosas más, que ¡ríete tú de los cantos de sirenas!

Al principio lo intenté solito, pero cuando una teleoperadora me exigió que le mostrase la “info-code” —cosa que me pareció de una obscenidad y atrevimiento desproporcionados por su parte— me quedé tan perplejo que decidí pedir ayuda.

El diseño (y la gestión) se la debo a buenos amigos como Nico, Guille, Yrma o Dani. Muchas gracias chicos (ya me explicaréis algún día en qué consiste una info-code). Os debo una.

La podéis visitar en www.angeldelacruz.es

Espero que os guste. Pensándolo bien, tampoco es que tuviese mucha necesidad de una página web personal, pero cuando descubrí que www.angeldelacruz.com era un taller de neumáticos —hacedle una visita, porque es un taller con poderío— montado por algún tocayo en el barrio de Argüelles, en Madrid, pues decidí que también yo tenía derecho a una. ¿Me harán descuento si voy allí a cambiar las ruedas de mi coche? En cualquier caso, estoy de acuerdo con Sergio: ahora sé que todo irá sobre ruedas. Y muchas gracias también a Juan Alberto: que sepas que eres el muertovadeprisista número uno de este blog. Gracias.

Por cierto, ni los padres de mi tocayo ni los míos fueron muy originales al elegir nuestro nombre: Barry Gifford (escritor, entre otras de Perdita Durango o Salior y Lula, obra que inspiró Corazón Salvaje de David Lynch) publicó en 1995 una novela titulada “Baby Cat-Face”, en la que continúan las andanzas de Sailor y Lula y en la que hay un personaje llamado precisamente Ángel de la Cruz (en castellano, en el original), hijo del demonio que ya hablaba en latín al nacer… ¡qué miedo! ¿Le podré pedir derechos de imagen a Barry Gifford?

En breve, también tendremos activa la web de ARTEMÁTICA PRODUCCIONES y digo “tendremos” porque ahí tendréis también vuestra casa (virtual, claro). Antes de que acabe la semana tendréis más noticias sobre la película.

Sed felices.

jueves, marzo 08, 2007

Hace más de un mes que no escribo en el blog. Mis disculpas. No, no es que lo haya abandonado, es que este mes he tenido bastante actividad: desde participar en el Iº Encuentro de Creadores Audiovisuales, patrocinado por la SGAE, que se celebró en Córdoba, hasta continuos viajes a Madrid para acabar de cerrar la financiación de la película. Ahora vendrán 15 ó 20 días de espera y posiblemente después desapareceré de nuevo otras tantas jornadas, hasta primeros o mediados de abril en el que espero anunciaros buenas noticias a todos.

Con tantos viajes, gestiones y contactos, tengo muchas novedades para contaros. Pero las iré administrando en los próximos días. Tened paciencia.

Hoy he leído en la prensa —“La Voz de Galicia”— un articulo de opinión política. En concreto la columna de Ernesto S. Pombo titulada El reino de la lluvia. Terminaba diciendo: “No sé muy bien quién, pero alguien dijo que los que van muy deprisa y no saben a dónde van, suelen acabar en cualquier sitio”.

Cuando hace 10 años empecé a escribir un guión titulado “Los muertos van deprisa”, no sabía que el título se iba a convertir en una paradoja. No obstante, os puedo asegurar que deprisa es un adverbio de modo que solo afecta al título. Yo tengo mi propio ritmo: despacio y con buena letra. Y tengo muy claro a donde voy, de modo que no acabaremos en cualquier sitio sino haciendo el cine que nos gusta.

En el fondo, esta película es sólo un paso más en esa larga carrera de fondo. Lo importante no es la velocidad sino la resistencia. En el peor de los casos, si no pudiera cerrar la financiación, todo esto serviría para exorcizar nuestros demonios y enterrar a nuestros muertos (y fantasmas).

Pero, como tengo confianza en el trabajo bien hecho, estoy seguro de que cerraré esta etapa, muy pronto, el día del estreno al lado de todos los que queráis estar conmigo.

Sed felices.