lunes, enero 08, 2007

Saber esperar.

Cuando empecé a mover el proyecto de “Los muertos van deprisa”, mi amigo Santi me dijo que me preparase porque esto del cine era una carrera de fondo. La última vez que estuve con él, hace unos meses, le hice saber que se había equivocado: “Santi, tío, ¡ésta es la puñetera maratón! —puntualicé, con spint final y todo”.

Durante mucho tiempo vez tuve la sensación de sufrir el “síndrome de Sísifo”. Sin embargo, soy de los que creen que no triunfa el que posee más talento, al menos en este oficio, sino el que tiene más tenacidad —un extraño cóctel de paciencia, firmeza, entereza, tesón y voluntad— o, como decían los latinos: Vincit qui Patitur (vence quien persevera). En mi pueblo lo llaman terquedad u obstinación (menos el maestro, que era muy fino, y lo llamaba “porfía”).
¿Qué decís? Me gustaría saber vuestra opinión. ¿Creéis que Sísifo logrará alcanzar la cima alguna vez sin que se le caiga de nuevo la roca o pensáis que no podrá escapar de su Destino?
"El Destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos" (Shakespeare dixit). Y no gana el que lleva la mejor mano, sino el que mejor juega sus naipes. Estoy convencido de que nadie debe dejar de intentar hacer aquello en lo que cree, porque la vida es corta y el tiempo imposible de recuperar. Y, aunque no lo consiga, jamás podrán reprocharle —y, sobre todo, jamás podrá reprocharse a sí mismo— no haberlo intentado con todas sus fuerzas.

Saber esperar tu oportunidad, ése es el secreto. No desistir, no dar nada por perdido y no dejar pasar ningún tren… porque puede que sea el último.

Beto
, un compañero y amigo al que conocí hace unos años en un curso de dirección de actores al que asistí, impartido por Jaime Chávarri en Ronda, me envió hace algún tiempo el siguiente poema de Antonio Machado:
Saber esperar, aguarda que la marea fluya
—así, en la costa un barco— sin que el partir te inquiete;
porque todo el que aguarda sabe que la victoria es suya,
que la vida es larga y el arte un juguete.

Y si la vida es corta y no llega la mar a tu galera,
aguarda sin partir y siempre espera,
que el arte es largo y, además, no importa.
Gracias, Santi. Gracias, Beto. Y gracias a todos los que contestéis, por vuestras opiniones y consejos.

Sed felices.

9 comentarios:

elfarero dijo...

Hola Ángel, decirte que todo el mundo espera con ansias retomar el trabajo para que este sueño tuyo y de todo el equipo madure ofreciéndonos su fruto tan deseado, un abrazo.

Anónimo dijo...

hola angelillo! no hay duda que lo consigas! y te deseo que pronto lo tengas entre tus manos. y decirte que cualquier cosa que necesites, me tienes incondicionalmente.
ie.

Anónimo dijo...

No rendirse es una condición imprescindible para cumplir tu sueño o verlo materializarse.

El Destino no existe, se trabaja todos los días.

Por mucho talento que se tenga, sin trabajo y esfuerzo no sale a la luz.

"Sólo los muertos ven el final de la guerra". Black Hawk Down abría con esta frase que, según parece, es de Platón. Y jugando con el término de "muertos" de tu peli, creo que viene bien. La guerra sería la producción :)

Volviendo al mundo real, ojalá puedas terminar la película. Y que nosotros, los que no estamos en el equipo pero sabemos lo que cuesta hacer cine y además lo vemos con sumo placer, seamos testigos.

Anónimo dijo...

Qué no sería capaz de hacer un ángel... seguiré este blog para comprobarlo..
Besos desde París
Raquel

Ángel dijo...

Gracias a Elfarero, no solo por tu comentario, sino por todo el seguimiento que habéis hecho de la película y por tu trabajo particular en ella. No dudes en que haremos realidad este sueño colectivo y volveremos pronto por ahí. Un saludo.

Gracias, IE. Cuento contigo ;)

Gracias, Yojimbo. Yo tampoco creo en el Destino, sólo creo en el trabajo y el esfuerzo de la gente. Con el equipo que hay detrás, estoy seguro de que Sísifo conseguirá subir la roca a lo alto de la montaña. Un abrazo.

Hola, Raquel. Gracias por seguir el blog. De momento este ángel -como el de aquella peli de Frank Capra- aún tiene que ganarse sus alas. Estamos en ello, si escuchas campanillas, es que lo habremos conseguido. Espero verte pronto en París y tomarme un beaujolais contigo. Un beso.

Anónimo dijo...

Pues si seguimos hablando en cine, creo este ángel es más Bailey que Clarence. Y es bien sabido que la gente buena termina reconociendo a sus iguales y contribuyendo con prosaicas cestas llenas de billetes. Amen.

Un beso muy muy fuerte.

Ángel dijo...

Gracias, señorita Kubelick. Espero que haya mucha gente buena por ahí que me reconozca como tal (algo duro de oído soy... jeje). En realidad, usted y yo podríamos hacer buena pareja, señorita Kubelick, porque yo soy más C.C. Báxter que Bailey. Tal vez podría subir al cielo -como Clarence- pero en su ascensor.

Otro beso muy fuerte para usted ;)

Anónimo dijo...

Desengáñate, Ángel: Sísifo nunca conseguirá lograr su objetivo.
Pero tú no eres Sísifo, sino ÁNGEL, y tu destino (aunque no creas que existe) nunca será tan triste, ni estás castigado para toda la eternidad.
Olvida de una vez a ese personaje e identifícate más con el Ave Fénix.
¡Suerte, constancia, empeño... y patrocinadores, claro!
;-D

PA

Ángel dijo...

Muchas gracias, PA.
Tomo buena nota de tu comentario. Lo que ocurre es que me gustan las historias de perdedores (creo que siempre tienen más interés que las de los vencedores), por eso Sísisfo en vez del Ave Fénix. No obstante, en el cine, casi siempre el perdedor gana al final (vence al poderoso, gana al "malo", se queda con la chica, etc, etc.)
Suerte, no sé. Constancia y empeño, siempre. Y el estar rodeado del mejor equipo, personas que a penas has tenido tiempo de conocer y que creen en ti y tú en ellas... ;-)
Sé feliz.