La vida continúa, como dije en el último comentario de mi anterior entrada. Ha sido una semana intensa de actividad y emociones, de viajes y encuentros. Ya de vuelta a casa, hoy os quiero presentar a Jean-Claude Gimard, un actor francés con años de oficio que derrocha simpatía, modestia y, sobre todo, esa loable cualidad de los grandes actores: generosidad.
Jean-Claude fue durante los últimos años y películas el discreto y desconocido doble de luces de Fernando Fernán-Gómez, ya sabéis, ese profesional que sustituye al actor en los ensayos de luces y cámaras o, si la ocasión lo requiere, de peligrosidad o dificultad física en la escena. Ya veis, en el cine todo es mentira, aunque la mentira sirva para hacer más verosímil la realidad. Jean-Claude también tuvo la suerte de conocer y tratar de cerca a Fernando y, como todos los que le conocimos, ha sentido su pérdida muy profundamente.
Jean-Claude, como podéis comprobar, también posee la sonrisa bonachona del pelirrojo pícaro y la mirada dulce, profunda e ingeniosa del sabio tranquilo que ya ha vivido todo tipo de experiencias. Jean-Claude es además una de las personas más humanas y bondadosas que conozco. Él iba a sustituir a Fernando en ciertas secuencias, algunas de ellas tan desagradables como meterse dentro de un ataúd. Os lo digo con conocimiento de causa ya que yo “probé” antes el féretro para saber si tanto él como Fernando iban a estar medianamente cómodos (y descubrí que no).
Con la triste desaparición de Fernando, ahora espero que nuestro amigo Jean-Claude pueda poner también su rostro a Cándido, el protagonista fallecido de LMVD. Creo que será una forma de homenajear a don Fernando Fernán-Gómez y a su obra porque, salvando las lógicas distancias, LMVD bebe de las fuentes de “extraños viajes” o “viajes a ninguna parte”. ¿No es acaso la muerte un extraño viaje a ninguna parte? En gallego existe una palabra muy bonita para designar el acto de morir, el óbito: “pasamento”, quizá porque los gallegos pensamos en la muerte como un paso, un viaje, un tránsito, un cruzar el río, un embarcarse en el último gran viaje sin retorno, un enrolarse en la última campaña, una estación término.
Jean-Claude, si te apetece, contamos contigo para el papel. Espero verte en muy poco tiempo de nuevo por Ribadeo. Muchas gracias.
Sed felices.
Jean-Claude fue durante los últimos años y películas el discreto y desconocido doble de luces de Fernando Fernán-Gómez, ya sabéis, ese profesional que sustituye al actor en los ensayos de luces y cámaras o, si la ocasión lo requiere, de peligrosidad o dificultad física en la escena. Ya veis, en el cine todo es mentira, aunque la mentira sirva para hacer más verosímil la realidad. Jean-Claude también tuvo la suerte de conocer y tratar de cerca a Fernando y, como todos los que le conocimos, ha sentido su pérdida muy profundamente.
Jean-Claude, como podéis comprobar, también posee la sonrisa bonachona del pelirrojo pícaro y la mirada dulce, profunda e ingeniosa del sabio tranquilo que ya ha vivido todo tipo de experiencias. Jean-Claude es además una de las personas más humanas y bondadosas que conozco. Él iba a sustituir a Fernando en ciertas secuencias, algunas de ellas tan desagradables como meterse dentro de un ataúd. Os lo digo con conocimiento de causa ya que yo “probé” antes el féretro para saber si tanto él como Fernando iban a estar medianamente cómodos (y descubrí que no).
Con la triste desaparición de Fernando, ahora espero que nuestro amigo Jean-Claude pueda poner también su rostro a Cándido, el protagonista fallecido de LMVD. Creo que será una forma de homenajear a don Fernando Fernán-Gómez y a su obra porque, salvando las lógicas distancias, LMVD bebe de las fuentes de “extraños viajes” o “viajes a ninguna parte”. ¿No es acaso la muerte un extraño viaje a ninguna parte? En gallego existe una palabra muy bonita para designar el acto de morir, el óbito: “pasamento”, quizá porque los gallegos pensamos en la muerte como un paso, un viaje, un tránsito, un cruzar el río, un embarcarse en el último gran viaje sin retorno, un enrolarse en la última campaña, una estación término.
Jean-Claude, si te apetece, contamos contigo para el papel. Espero verte en muy poco tiempo de nuevo por Ribadeo. Muchas gracias.
Sed felices.
14 comentarios:
Sí que parece un gran tipo Jean-Claude, sí.
Doble de luces...nunca me hubiera imaginado que eso existía, lo que aprende uno...O.o
Yo tampoco sabía q eso existía. Pues qué bonito, no? que de doble de luces pase a hacer su papel. Va a haber mucha magia en esas imágenes.
.besikos.
Bien.
:)
Muy bien.
Yo... Ángel. Eres un monstruo. Sin más.
Abrazo
Aprobado por mayoría.
El chuzas.
Hola Angel
Es muy emocionado que he leido tu mensaje. Muchas gracias por tantos elogios.
Claro que puedes contar conmigo para este homenaje, espero no defraudarte.
No se que decirte mas, estoy un poco aturdido, eso si cuando nos veamos espero ser mas locuaz.
Gracias tambien a los autores de los comentarios.
Un abrazo
Jean-Claude
Me parece todo un acierto contar con Jean Claude para hacer el papel de Cándido. Francamente, Ángel, derrochas humanidad. Eres grande.
Acerca de Fernán-Gómez, aterricé en Lavacolla, me recogió mi padre y me dijo que se acababa de morir el gran Fernando. En ese preciso momento me acordé de ti y de tus comentarios que sobre él habías hecho en el blog. Y siento profundamente que no puedas y podamos contar con la presencia de este genio en LMVD. Nos acompañará en espíritu, estoy seguro. Y esa gran obra de arte que reelabora su nieto César en la película, será un pequeño homenaje a su ser. Descanse en paz, grande entre los grandes.
Te mando un gran abrazo,
Sergio Bermúdez
El doble de luces es uno de esos oficios, aparentemente sin importancia, pero muy pesado: se pasan muchas horas de pie o esperando. El cine tiene tantos oficios desconocidos... ¡y tan imprescindibles! Creo que sería bueno que un día escriba un post dedicado a esos oficios aparentemente pequeños pero enormes. Sí, seguro que va a haber algo de magia. Muchas gracias a todos :)
Y muchas gracias Jean-Claude. NOs veremos pronto. La semana que viene empezamos la preproducción. Te llamamos en breve. Un abrazo.
Gracias, Sergio. Tu "abuelo" se ha ido, como en la película, pero me parece muy bonito eso de conservar su espíritu. Lo intentaremos con todas nuestras fuerzas. Abrazos.
Ángel, como veo que hay confi, paso de ponerme Stephen Connelly y me pongo Lenny, que es como me conocen mis amigos.
Joder, ya sabes que todo lo que sean posts "educativos" como en el que explicabas la elaboración de los guiones yo por mi parte y sin peloteos los recibo gustosamente, ya sabes que me encanta aprender cosillas.
Jejeje, Jean-Claude tiene que se un tipo grande, y Sergio tb.
Un abrazo a los 3 ;).
Gracias, Lenny. Mañana continuaré publicando ese pequeño "manual" personal en el que trato de explicar cómo escribo los guiones. Creo que nos toca subir el tercer peldaño: la sinopsis. Un saludo :)
Un doble homenaje a la altura, sí señor.
Saludos, caballero.
Hola Ángel.
Gracias por todo y el enlace.
Tu visita a la Zona Libre fue muy enriquecedora. Tu opinión como hombre de cine, muy valiosa.
Lo de Jean Claude: al abrir tu página, creí ver otra vez a D. Fernando.
Creo que serían bien acogidas esas explicaciones sobre los oficios más "ocultos" del cine.
Y la vida dándonos más guiones...
Lo de D. Fernando: muere el que iba a hacer de muerto. Enrevesadamente real.
Abrazo continuador.
Gracias, Ra. Y gracias por visitarme. Saludos también :)
Y gracias, Secretario. De momento seguiré por el guión, pero hablaremos de esos oficios ocultos, sí señor. Un abrazo.
Jean-Claude,enhorabuena,he leido los comentarios que hacen de ti,y por supuesto estoy totalmente de acuerdo.Y no me cabreo,me ha dado mucha alegria.
Por tu forma de ser te mereces muchisimas cosas buenas.
Un abrazo.Yulius
Publicar un comentario